Corrí hasta donde se escuchaban aquellos gritos, los cuales, me llevaron a la montaña. Dentro de una cueva. No había rastro de, Sonic. Lo cual me extraño ya que el corre a la velocidad supersónica. Entre a la cueva, y los gritos pararon. Esto que pasa aquí es muy raro… Tengo un mal presentimiento.
Dentro de la cueva, encontré a una eriza de color rojizo. No sabía quién era. Estaba desmayada y lastimada. Amarrada con cadenas en los pies y en las manos. Y en su boca, había una venda. Ella vestía de un hermoso vestido blanco, que lamentablemente estaba sucio y rasgado. Me acerqué a la eriza y la mire fijamente, tratando de ver algo que demostrará su nombre.
- … No hay nada. – Dije. No encontraba ningún rastro de letras o palabras. – Pareces una princesa…
Luego de unos segundos, escuche unos gritos al fondo de la cueva, pero, esta vez gritaban: “¡¡Amy!! ¡¡Amy!! ¿¡Eres tú!?”
- ¿Ah? ¿¡Quién eres tú!? ¿¡Como sabes mi nombre!? – Grité. Tratando de que me escuchará. Y procedí a correr hasta el fondo. Y… Encontré a, Sonic… – ¿Sonic?
- ¿Amy? ¿¡Como llegaste hasta aquí!? – Dijo, Sonic.
- Escuche tus gritos… ¿Estas bien? Te veo algo lastimado… – Dije. Sonic… Estaba rasgado, había sangre por todas partes y el tenía el ojo lastimado.
- Estaré bien si tú te vas de aquí en este instante. – Dijo.
- ¿¡Acaso quieres que me valla!? ¡No me iré de aquí sin ti, Sonic…!
- ¡NO! ¡Vete! ¡Saldrás lastimada y es lo único que no quiero ver!
- ¿Por qué no dejas que se divierta un poco con nosotros? – Dijo una voz misteriosa. Fuerte y desagradable para, Sonic.
- ¿Quién eres? – Pregunté. – ¿Que es lo que quieres?
- ¡Amy! ¡¡Vete de aquí!! – Grito, Sonic.
- ¡¡Te dije que no!! – Le grité a, Sonic. – ¿Quién eres?
- ¿Tu nombre es, Amy? ¿Amy Rose?
- … Si… ¿Como sabes mi nombre? – Pregunté, a la voz misteriosa…
- Mi nombre es, Mephiles. Mephiles The Dark. Te he estado buscando por todas partes, Princesa… ¡Amelia Rose! – Dijo, Mephiles. Oscuro y sombrío…
- ¡¡Cállate ya, Mephiles!! – Sonic lo golpeó.
- ¿Amelia Rose? ¿¡Co-co-como sabes eso!? – Le pregunté. Mientras me ponía en posición de pelea al lado de, Sonic.
- ¿Amy? y, ¿ese martillo? – Me preguntó, Sonic.
- … Luego te lo explico. Mephiles, ¿que quieres de mí? – Dije completamente sería, con la mirada baja.
- Te estuve buscando por todas partes. Eres, Amelia Rose… Prin-…
- ¡Ya cállate, Mephiles! – Sonic y Mephiles empezaron a pelear. Yo estaba mirando el suelo, ya que no quería ver nada. Terminaron de una pelea brutal, con sangre y desesperación. Y la verdad, me dolía ver a Sonic tan lastimado, pero, salió triunfante.
- Vámonos, Amy. No tenemos nada que hacer aquí…
- ¡A-a-ayuda! – Se escuchaban de nuevo los gritos. – ¡Ayúdenme por favor!
- ¡Vamos a ver quién es, Sonic! – Dije.
Corrimos hasta la entrada y era la chica que había visto desde un principio. Ella estaba desesperada y sus ojos estaban cristalizados y llorosos. Apenas la vi, y supe que necesitaba la ayuda de mi héroe.
- ¿Princesa Elise? – Preguntó, Sonic.
- ¿Sonic The Hedgehog? – Preguntó la chica.
- ¿Que haces aquí?
- Mephiles me atrapó y me trajo a esta cueva. De seguro me quiso como su rehén. – Dijo, Elise.
- Es lo más seguro. ¿Ah? ¡te ayudo! – Sonic ayudo a desamarrar a la chica.
Luego de eso, nos fuimos de esa cueva y comenzamos a caminar hasta el castillo de Mobius. Elise le dolía la pierna izquierda, lo cual, Sonic notó y para que no se esforzará tanto la cargo por la espalda. En el camino, yo me des-transforme y volví a otra ropa que no era la que tenía en la cita.
- ¿Por qué tengo que estar vestida así? T.T – Dije casi llorando.
- A mi me gusta … Te ves… Por decir así… Linda. – ¿Me alagó, Sonic?
- Em… Gracias, Sonic. – Agradecí…
- No hay de qué. Sigamos… – Dijo.
Caminamos hasta llegar al bosque, pero, lamentablemente oscureció. Elise, aún no se curaba del dolor que tenía su pierna. Así que tuvimos que acampar. Los arboles que se encontraban allí, daban algo de miedo y terror, no me gustaba ese lugar.
- … Em… ¿Elise? – Pregunté.
- ¿Si? – Contesto ella.
- … Em… ¿De donde eres?
- Soy de Soleanna. – Dijo mientras se sentaba en el pasto verde, frente de la fogata que encendió Sonic. – ¿Y tu…?
- Yo… Vengo de Clareas. Pero, no nací allí. – Dije.
- … Que duró es no saber de donde vienes…
- Tal vez…
Luego de aquella noche incómoda. Nos toco dormir en el pasto. Elise quedo dormida, pero, Sonic y yo aún no nos quedábamos dormidos, lo cuál, resultó incómodo. Pero, al fin quedamos dormidos muy tarde. A la mañana siguiente no encontré a Sonic… ¡Este erizo es un algo extraño! Pero, bueno. Decidí caminar para terminar de estirarme. Y me adentre dentro del bosque. Mientras caminaba, escuché unos sonidos muy extraños dentro de unos arbustos, daba algo de miedo, pero, no le di importancia. Seguí caminando y los sonidos seguían… Me arte, saqué mi martillo y estaba dispuesta a golpear la cosa extraña que estaba dentro de aquel arbusto verde. Pero, un erizo negro y rojo salió de allí y detuvo mi martillo con su mano. Yo lo mire fijamente.
- ¿EH? ¿Quién eres? ¿¡Que quieres!? – Le pregunté, un tanto molesta.
- … Baja el martillo. – Dijo, su voz era grave y sombría. Igual, a su mirada.
- … – Lo bajé. – ¿Contestarás las preguntas que te hice?
- … Soy, Shadow. No dejaré que me golpees. – Dijo.
- Y, ¿que haces aquí, Shadow?
- Solo vine al bosque a caminar. ¿Por qué respondo estas preguntas, si ni siquiera te conozco?
- Soy, Amy. Amy Rose. – Le dije.
***CONTINUARA******
